domingo, 6 de junio de 2010

Día mundial del medio ambiente

Ahora que el pasado 5 de junio se celebró el Día Mundial del Medio Ambiente estuve reflexionando en torno a la palabra de Dios, me dije que hoy en día muchos creen que La Biblia no tiene aplicación para la actualidad, no obstante, en ella, ya había instrucciones sobre cómo cuidar y mantener sano el planeta. Te invito a que leas la siguiente porción:

Y tomó Jesús aquellos panes, y habiendo dado gracias, los repartió entre los discípulos, y los discípulos entre los que estaban recostados; asimismo de los peces, cuanto querían. Y cuando se hubieron saciado, dijo a sus discípulos: Recoged los pedazos que sobraron, para que no se pierda nada. (Juan 6:11-12)

Me resulta maravilloso que desde los tiempos de Jesús, se nos dijera que había que tener cuidado con lo que consumimos, y qué es lo que le pasa a todo ello después de que lo consumimos. Hoy en día preferimos saciarnos de comida empaquetada, que generalmente es comida llamada "chatarra", donde el plástico es uno de los principales contaminantes actualmente. Por otra parte, también gastamos con exceso eletricidad, preferimos conducir nuestro auto para ir a comparar víveres cuando el supermercado nos queda a unos pocos metros.

Dios en ningún momento quiere que dañemos al planeta, finalmente estamos aquí y por más que la tecnología haya avanzado no es posible vivir en otro planeta. Dios quiere que hagamos nuestras actividades cotidianas pero en donde no haya que maltratar a la naturaleza simplemente por cumplir un capricho: "Cuando sities a alguna ciudad, peleando contra ella muchos días para tomarla, no destruirás sus árboles metiendo hacha en ellos, porque de ellos podrás comer; y no los talarás, porque el árbol del campo no es hombre para venir contra ti en el sitio. (Deuteronomio 20:19).

Un cristiano, no sólo tiene que predicar el evangelio, adorar al Señor, dar testimonio, un cristiano también tiene que ver por el planeta que Dios nos dio. Si hay un cuarto con un luz encendida, y nadie está en él, puedes ir a apagarla. Te hace más bien comer una manzana o un mango que comprar una caja con 30 dulces envueltos en plástico, piénsalo, puedes abonar los restos de la manzana y el mango, pero los de la caja y las envolturas no. Hoy puedes hacer la diferencia.

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