miércoles, 10 de noviembre de 2010

Si mis padres están discutiendo, ¿está bien si les digo que no lo hagan?

A veces los padres discuten porque piensan diferente sobre un asunto y necesitan hablar para resolverlo. Si un esposo y una esposa discuten, no significa que estén teniendo serios problemas. Aun las personas que se aman profundamente a veces piensan diferente sobre un asunto. Esas diferencias no son malas, y el que discutan no significa que se odien.

Además, no es tu responsabilidad como niño o niña, lograr que tus padres no discutan. Les puedes decir cómo te hacen sentir, pero no trates de decirles lo que ellos deben hacer. Ora por tus padres si están discutiendo. Pídele a Dios que les ayude a llevarse bien y que les dé sabiduría para poder conversar tranquilos.

Por otro lado, si en la discusión hay gritos, palabras groseras y golpes, es bueno que se lo digas a algún adulto que pudiera ayudar a tus padres. Una opción podría ser decírselo a tu pastor.

Versículos clave: “El que pasando se deja llevar de la ira en pleito ajeno es como el que toma al perro por las orejas”. Proverbios 26:17 y “Ruego a Evodia y a Síntique, que sean de un mismo sentir en el Señor.” Filipenses 4:2

A los padres: Escuchar que sus padres discuten puede ser muy duro para el niño. Usted y su cónyuge a veces no estarán de acuerdo y discutirán. Pero tengan cuidado de cómo discuten, especialmente en frente de sus hijos. Sean justos; es decir, no usen lenguaje grosero, ni se insulten, ni saque asuntos que no corresponden. En cambio, con calma y en voz baja, reconozca el punto de vista del otro, explique su propio punto de vista y proponga una solución. Demuéstreles a sus hijos que las diferencias pueden resolverse en paz y con cariño.

Tomado de: (1996) 103 preguntas que los niños hacen acerca de lo que Es Bueno o Es Malo. U. S. A.: Mundo Hispano

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